martes, 30 de septiembre de 2008

CON ALAS DE LUZ


Qué mejor sensación en la vida que la libertad. Una fuerza interna que atrapa nuestro ser y nos lleva hacia la luz y hacia el constante renacimiento.


Soy un pirata del mar blanco,
hilvanando sueños de seda.

Espadas libres se levantan
como guitarras al viento.
Rompo viejos mapas
que a mi paso se cruzan.

Navego por cielos eternos,
errantes e intrépidos.

Con mis alas de luz, busco
tesoros de arena perdidos
en ocultos océanos.

Dibujo esquemas, normas
como castillos gigantescos
que se derrumban
y vuelven a crecer.

Soy un pez iluminado,
un aguila milenaria.
Soy libre.
Estoy embrujado.
Y cada día renazco.

Alodia




domingo, 28 de septiembre de 2008

VIVIR FUERA DE UNO MISMO


Parar.
Parar y detenerse.
Abstraerse.
Concentrarse.
Abrirse al espacio,
a las cuerdas del tiempo.

Vivir fuera de uno mismo
resurgiendo del vacío,
de la nada invisible.

Vivir con el alma verde
atrapando las horas,
aquietando edificios,
océanos y montañas.

Devolver la llave
de mi soledad creada
al vasto universo.

Entregarme.
Renunciar a mis deseos.
Abrazar a los otros,
abismo de diálogos.

Perderme en una pausa
sin aliento, sin aire
que disuelva mi ténue voz.


Alodia

sábado, 27 de septiembre de 2008

BLUES DE AGOSTO


El poema que sigue a continuación, viene acompañado de un dibujo realizado por la magnífica pintora Nuria Parra Cátedra. No dejéis de visitar su página web, que seguro que os encantará: http://catedra.artelista.com. Sus cuadros siempre sorprenden por el trazo insinuante y los colores cálidos.




Noche de agosto.
Una voz ronca me sacude
y me rompe por dentro.
Deseo.
Melodía descarnada
colgando de la luna.
Me agitan estrellas
y una sed compulsiva
resbala por el cuerpo.
Abrazos.
El amor se agita
con desespero ciego.
Mientras, la noche viaja
desnuda,
celosa,
solitaria...
Dos copas de Whisky
sobre las manos
tiemblan como lámparas.
Tu cerebro.
Mis venas azules.
Cierro los ojos
extrañándote,
balanceándome contigo.
Me dejo llevar
por tu cintura alada,
tus largos pies de ángel,
y manos de diablo.
Sueño.
No quiero despertar
en una isla desierta,
sin música,
sola,
vacía.

Alodia
(próxima publicación en la revista Reflejos de Fundación Espejo, nº 23)

miércoles, 24 de septiembre de 2008

AUSENCIA


Esta mañana me levanté
feliz, curiosa, inocente.

El desayuno, el periódico
y la leve sensación
de no estar en nada.
y de estar en todo.
Plácidamente,
en los relojes,
calendarios,
habitaciones vacías,
despachos y tiendas.

Al mediodía, sólo tu voz
cálida, entre los espaguetis
y el tiramisú.
Ahora ausente, contigo,
buscando mi lugar.

Por la noche, de vuelta,
una suave tristeza
me ronda en los labios.

Ya me perdí.


Alodia
Imagen: Jim Epler (San Diego) "Sunset Over Oceanside Pier"

SABER SENTIR


El poema que os dejo ahora es un canto a la vida, una exaltación a los sentidos:


“SABER SENTIR en mayúsculas significa detenerse, abstraerse y concentrarse para degustar, potenciar e interiorizar lo más refinado del instante...”
Angela Becerra


¡TE SIENTO!, de nuevo,
mar de mis adentros.
Cuerpo en vilo,
minuto palpitante
de caricias y abrazos.

Respiro la lentitud
de tus tardes venéreas,
y tus mañanas al viento
con rosas en la piel.

¡ME INVADES! siempre,
con la levedad naranja
de sorpresas y esperas,
que arden como fuego
en mi alma desahogada.

¡Qué escándalo, resultas
para mi renacer diario!
Abro las páginas

del periódico de la vida
y cada artículo salta
de casa en casa,
dibujando sueños.

Soy una quiniela
plantada en las aceras
y volando en las terrazas.
Siento, deseo, espero,
gozo, quiero y abrazo
todo lo que tengo
y me rodea, sin descanso,
como un inmenso estallido
de luces tempranas.
Alodia

martes, 23 de septiembre de 2008

LAS CUERDAS DEL TIEMPO




Atrapar el tiempo es una obsesión a veces. Vivir el momento, el instante, gozar de cada segundo. Enredarse en el presente. Estos poemas que os dejo son el reflejo de esos pensamientos.








“Todo lo que realmente necesitas
hacer es aceptar plenamente
este momento. Entonces podrás
sentirte cómodo en el aquí y ahora,
y a gusto contigo mismo”.

Eckhart Tolle


VIVIENDO EL AHORA

I

El tiempo nos devora,
nos engaña en segundos,
burlando los recuerdos.
Con dientes y ojos grises,
ignorando páginas
por dibujar, azules.

Hoy me asomo al dintel
de mi infancia pequeña.
y recorro, con plumas,
la caricia sutil,
derramada apenas,
entre conchas inocentes.
Me desnudo en la noche,
ante ojos imposibles.

El silencio inconstante
me golpea en las sienes,
con lamentos de piedra.
Silencio que rompe latidos,
arterias y miles de nervios.
Silencio invisible,
transparente y mudo.
Se deshace en madejas.
Lo tomo entre mis manos,
¡tan dorado y perfecto!.
Sólo una ínfima parte
y el silencio se llena
de viento quebrado
abrazando palabras.
Palabras de sueño,
memorias, cartas rojas,
palabras recónditas,
despegadas al vuelo.

Y ese tiempo se queda
atrapado, latente,
programado...
en mi alma niebla,
capaz de redimirme,
con triunfos oportunos.
No hay lamento que ver
ni suspiro que aquietar,
en la tarde naranja.

Los cuerpos están sujetos
al capricho de los años.
Se revuelcan violentos
entre arena y lava.
No renuncian a la vida.
No apagan sus fuegos.
Mi cuerpo como tu cuerpo,
un animal enjaulado,
grita entre paredes
la oscuridad de tu nombre.

Las estaciones avanzan
y mis delgados pasos
tropiezan con dibujos.
Sólo por hoy marcaré
este territorio nuevo.
Sólo por hoy me pertenece.
Ya es mío, igual que tuyo.

Mañana, una ilusión rota.
Promesas descansando
en la piel de tu cerebro.
Árboles sin raíces,
hojas sin dulce savia,
sin saliva tu boca
reventada de palabras.

El ayer se detuvo ya,
se giró detrás de ti
y te dio la espalda
para siempre negándote.

Sólo te queda este instante,
voluble e inseguro.
¡Cógelo! ¡Sujétalo!
con estos brazos guerreros.
Es el tiempo que te nombra,
el único, real y cierto.


II


Ahora, no mires tus desvelos,
Letras escritas y soñadas.
Viejas costumbres
Aposentadas como armarios.

Vuelve a la vida,
Que se queda agazapada,
Rendida por el viento.
Ahora.
Rompe con los mapas,
calles y ventanas.
Vuela mariposa
Y suelta los músculos
Y las piernas.
No eres de hierro,
Ni de cartón o piedra

Ahora.
Sólo un niño te dibuja.
Ahora.
Eres luz y fuerza,
El poder te otorga.
Lo eres todo, por fin.




Alodia

AGUDIZAR LOS SENTIDOS



El mundo de los sentidos es amplio, rico en matices y nos ofrece un material importante para la escritura. Tan sólo tenemos que desarrollar nuestra percepción sensorial y buscar olores, sabores, imágenes, sonidos y texturas del entorno que nos rodea. Y sentir que cada sensación nueva nos pertenece, nos atrapa por completo.

Lo sonoro. Puede conducirnos al placer, como escuchar una ópera, el ruido del mar, el viento... son sonidos que nos transmiten paz, tranquilidad; pero también nos conducen al miedo, como el rugido de una bestia, o el golpe seco en la puerta de casa.

Lo olfativo. Muchas veces los olores nos conducen al recuerdo, al pasado: el olor del pan recién horneado, el olor del pueblo. También despiertan nuestra sensualidad, especialmente los perfumes y esencias. Hay olores repugnantes y otros que nos invitan al sosiego, como el olor a lavanda. Ninguna novela mejor que El Perfume de Patrick Süskind, para el análisis y descripción de infinidad de olores, llevados con gran maestría al campo de la literatura:

“Cuando se cansaba del espeso caldo de las callejuelas, se iba a lugares más ventilados, donde los olores eran más débiles, se mezclaban con el viento y se extendían casi como un perfume; en el mercado de Les Halles, por ejemplo, donde en los olores del atardecer aún seguía viviendo el día, invisible pero con gran claridad...”

Lo visual. La vista atrapa cada día infinidad de imágenes bellas: la puesta del sol, la sonrisa de un amigo, el parque de tu ciudad... y también otras que nos producen horror y pena: un accidente, o la muerte de un ser querido. Es uno de los sentidos más potentes con el que contamos, y muy desarrollado en los pintores y poetas.

Lo táctil. ¡Qué mejor sensación que la de un abrazo!. Sentir el cuerpo de la otra persona y tocar sus manos y su cara. Otras veces, se puede convertir en un auténtico fastidio: el sudor insoportable y húmedo... La piel está preparada para sentir el calor, frío, dolor o placer.

Lo gustativo. Hay sabores que embriagan y llevan a la adicción. Recordemos la famosa novela de Laura Esquivel, Como agua para chocolate, en dónde la escritora desarrolla al máximo el sentido del gusto, a partir de las recetas de cocina tradicionales. Isabel Allende, en su conocida Afrodita, escribe las siguientes palabras:

“El placer de un sabor se centra en la lengua y el paladar, aunque a menudo no comienza allí, sino en el recuerdo. Y parte esencial de ese placer reside en los otros sentidos, la vista, el olfato, el tacto, incluso el oído.”

Al final todos los sentidos trabajan en perfecto equilibrio para elevarnos, permitiéndonos caminar día tras día a lo largo de nuestra existencia. Creo que debemos ser más conscientes y abrirnos a ese mundo que nos rodea, agudizando nuestros cinco sentidos.


Alodia


Imagen: Michael Jastremski (Philadelpia)