Esta Semana Santa he pasado unos días en
Arjonilla, Jaén. Es el pueblo de mis padres y también el mío, en cierto modo.
Todos tenemos nuestras raíces en el lugar en el que hemos nacido. Yo me
considero Viladecanense, aquí vine al mundo, crecí, estudié y es dónde me gano
la vida. Aquí tengo a parte de mi familia y a mis amigos; pero otra parte está
también en Arjonilla, otra familia que me espera con los brazos abiertos y
otros amigos.
Además, esta vez he tenido la oportunidad de
presentar mi segundo libro de poesía “No dejes de Ser lluvia”. Y si el recuerdo
de la primera presentación en Viladecans, fue maravilloso, en Arjonilla también
guardaré un recuerdo inolvidable. La acogida fue espléndida. En la mesa me
acompañaron el alcalde, el Sr. Miguel Angel Carmona y el profesor de lengua y
literatura, Ildefonso Zafra, que realizó una exposición preciosa del libro.
Desde aquí, quiero agradecerles su esfuerzo y
su cariño. También a Manuel Victor Peña, Concejal de cultura y a Juan Cardeña, técnico
del Ayuntamiento. Y por supuesto a todos los que asistieron al acto:
familiares, amigos y paisanos que como siempre, son los más importantes, porque
sin lectores no tendría sentido seguir escribiendo.
Os dejo con unas fotos para el recuerdo.