Has
quedado de nuevo
con
él, tu nuevo amante.
Te
acaricia como un lobo
para
morderte después.
Te
dejas deshacerte,
desdecirte,
bajo
la luna de mayo.
Como
una serpiente
te
deslizas ligera
por
los surcos de su vientre.
Mueres
por unas horas
aplastada
por sus besos.
Casi
adormecida te levantas
con
las campanas de domingo.
De "No dejes de Ser Lluvia"
Imagen: "El beso" de Auguste Rodin